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LOS SANTUARIOS DE LAS CINQUE TERRE



La presencia de numerosos santuarios en las Cinque Terre se debe conectar a un pasado milenario en el que estos pueblos costeros formaban parte de la diócesis de Luni, colonia romana desaparecida en la desembocadura del río Magra, hoy en el territorio del municipio de Sarzana. Como prueba del poder de la diócesis, entre finales del 274 y principios del 275 d.C. un ciudadano de Luni, Eutichiano, fue elegido Papa. Pero también eran de la misma zona Sergio IV, Papa en 1009, y Niccolò V, en 1447. Por no hablar de los santos de la diócesis como San Basilio, San Venanzio, San Terenzio y San Venerio, que se retiraron a rezar en una isla frente a Porto Venere.
Los pueblos de alrededores recogieron el legado de Luni y se construyeron monasterios, iglesias parroquiales y santuarios, también dada la favorable posición geográfica coincidiendo con el recorrido de la Via Francigena. Poco a poco se estableció el culto mariano y numerosos santuarios de La Spezia están dedicados a María.
En las Cinque Terre, la Via dei Santuari serpentea en lo alto de las montañas, con vistas al mar, conectando el Santuario de Nostra Signora di Montenero en Riomaggiore, el santuario de Nostra Signora della Salute en Manarola, el Santuario de Nuestra Señora delle Grazie en Corniglia, el Santuario de la Madonna di Regio en Vernazza el santuario de la Madonna di Soviore en Monterosso.